NIVEL
ALFABÉTICO
El niño logra establecer una
clara relación sonoro-gráfica, aún con
la presencia de errores grafofonéticos; es
decir, es consciente de que a cada sonido le corresponde una letra. A esto se
le llama conceptualización alfabética.
Solamente existe una
categoría correspondiente al nivel alfabético:
I. ESCRITURAS
ALFABÉTICAS
En todas las escrituras
alfabéticas existe una correspondencia sonoro-gráfica, es decir, cada letra
escrita representa un sonido, independientemente si es correcto o incorrecto,
aunque suele suceder que se omita alguna letra, que usualmente sucede cuando se
trabaja con sílabas mistas o trabadas. Existen tres subcategorías
alfabéticas:
I1. Escrituras alfabéticas
sin dominio de valor sonoro convencional: Aunque todas las vocales escritas
sean correspondientes, el fallo se encuentra en las consonantes, cuando existen
múltiples errores donde no coinciden con la letra correspondiente, sin embargo,
se respeta la relación entre símbolo y fonema, por lo que si se ha dictado una
palabra de 8 letras, aún con los errores el niño habrá escrito 8 letras. Se
puede dar el caso también, aunque es poco común, donde las consonantes
coincidan pero las vocales sean las letras mal representadas.
I2. Escrituras alfabéticas
algunas fallas en valor sonoro convencional: Los errores grafofonéticos de su
escritura son menos frecuentes, generalmente se presentan en sílabas trabadas o
mixtas, a razón de un error en cada palabra o por cada dos palabras, aunque
puede ser menos frecuente.
I3. Escrituras alfabéticas
con valor sonoro convencional: También conocida como escritura silábica
funcional, sólo se presentan errores polivalentes, siendo los errores
grafofonéticos muy poco comunes, o en el mejor de los casos, inexistentes. Cada
letra escrita coincide correctamente con el sonido
correspondiente.
NOCIÓN DE ESTABILIDAD DE
PALABRA
Esta noción es importante
considerarla al momento de realizar un dictado, para ello es necesario, al
momento de dictar un enunciado, dictarlo incluyendo una de las palabras
dictadas, en los ejemplos citados se tomó esto en cuenta al dictar los
enunciados.
Un niño aplica la noción de
estabilidad de palabra cuando se ha dado cuenta que una de las palabras que
integra la oración dictada ya la escribió anteriormente en el dictado, por lo
que tiende a copiarla de la lista para incluirla en el enunciado, ya sea al
final o al inicio de su escritura.
Andrea Olivarez
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